«la mejor forma de estar bajo el agua»
Por Iñaki Galilea, Trimix Fundamentals Instructor info@akigalileadiving.com
“Vivimos la era del cambio”, dicen algunos, la era de la información, de la divulgación, la era en la que empezamos a tomar consciencia de nuestro planeta, del problema natural y el desastre ecológico; la era de las bolsas de tela, del reciclaje, de limpiar el hogar sin productos químicos, de las bombillas de bajo consumo y los cepillos de dientes de bambú, pero, ¿qué ocurre con el que posiblemente sea el bien más preciado de nuestra Tierra? Todos sabéis lo que significa el Océano, fuente de vida para todo lo que de alguna manera respira en este planeta, y sin embargo, y aún apenas explorado, sufre un momento crítico:
hemos acabado con más de la mitad de sus recursos en tan solo unas pocas décadas – sobrepesca, vertidos, calentamiento del agua, acumulación de CO2 y los desechos plásticos
son tan solo algunos de los problemas de una lista casi interminable, más no es mi labor en este artículo explicar los males de nuestra Mar, si no, en la medida de nuestro alcance, contribuir a un mejor cuidado y conservación de nuestro medio marino.
Si estáis leyendo este artículo intuyo que la mayoría sois buceadores, o lo habéis sido, o estáis pensando en convertiros en uno, en cualquier caso, espero que cumpla con su cometido, y sirva como guía para adoptar una conducta correcta bajo el agua, para adquirir una serie de habilidades que permitan visitar el medio sin causarle impacto alguno, dejando tras nuestro paso nada más que burbujas.
El buceo como industria
Miles de buceadores nuevos son certificados cada año, la industria del buceo crece, la oferta de cursos de buceo es tremenda, tarjetas de colorines, mujeres en bikini en los anuncios de reguladores, e instructores “from zero to hero”, que ayer hicieron su bautizo y tres meses después están impartiendo cursos de Open Water a cuatro alumnos al mismo tiempo.
Buceadores en pánico que necesitan posarse sobre el suelo para solucionar cualquier mínimo inconveniente, destruyendo el fondo y levantando sedimento cada vez que les entra un poco de agua en la máscara, o fotógrafos tumbados sobre el arrecife porque no son capaces de sacar una foto y mantenerse a flote al mismo tiempo, buzos agarrados al coral porque no son capaces de mantenerse contra corriente, acabando así con cientos de años de vida y desarrollo; o buceadores “avanzados” que no son capaces de mantener esa famosa flotabilidad neutra, y que a menudo vemos orgullosos en las fotos posando de pie sobre el fondo como si de la estatua de la libertad se tratara.
La mitad de la gran barrera de coral está muerta, pero a diario seguimos tirando cientos de “buceadores” a pegar patadas con forma de aleteo contra el coral; recuerdo la primera vez que un compañero me habló de los jinetes del apocalipsis… Pero, ¿por qué ocurre todo esto?
Creo que es momento de hacer una autocrítica, porque, si bien es cierto que el ritmo frenético de la globalización y la creación del llamado turismo del buceo ha generado una industria similar a la de la comida rápida
(siendo posible que una persona que jamás ha buceado se convierta en buceador en apenas dos o tres días, bajo la tutela de un instructor que apenas alcanza las cien inmersiones) la responsabilidad final sobre nuestra formación radica en nosotros, en los alumnos, en los consumidores. Tenemos muy claro que si bien es cierto que una persona de habilidad media pueda conseguir respirar y sobrevivir bajo el agua en apenas tres días y poco más de 200 euros, la experiencia nos demuestra que conseguir unas habilidades sólidas en el agua, gracias a las cuales podemos bucear sin causar efecto alguno al medio marino, requiere de mucho más que un curso rápido de “open water” en tu resort de vacaciones.
Bases del buceo técnico
Por suerte, en los últimos años vemos como empiezan a introducirse en el mercado una serie ofertas de cursos de buceo diferentes,
basados en una serie de técnicas que originariamente solo se aplicaban al buceo en cuevas, donde evitar el contacto con el fondo es de vital importancia para la mera supervivencia, aunque hoy en día, consideramos estas técnicas como los pilares para conseguir una base sólida bajo el agua, la cual utilizaremos en todo momento, y sobre la cual construiremos nuestras habilidades futuras, porque, para los defensores de esta didáctica, solo hay una forma de estar bajo el agua, independientemente de si vamos a ver pececillos en la playa a 15 m o si vamos a penetrar un pecio a 90 m en agua helada; ¿o es que acaso cuando conducimos por ciudad lo hacemos con las rodillas y cuando salimos a autopista pasamos a agarrar el volante con las manos? A continuación, me dispongo a enumerar una serie de pautas y consejos extraídos de la más básica formación técnica, que sin duda ayudarán a cualquier buzo, con más o menos experiencia, a reducir su impacto durante sus inmersiones:
- Elige bien quién va a ser tu instructor, investiga y pregúntale antes: qué formación y cuánta experiencia tiene, cuántos modelos o agencias formativas conoce, cuántas inmersiones de su máximo rango hace al año, cuándo fue la última vez que recibió un curso como alumno… Es importante entender que una certificación no significa nada, ya sea de buceador novato o de formador de instructores.
- No se puede aprender a bucear en el agua sin haber aprendido antes fuera: es muy común ver empezar cursos directamente en la piscina con todo el equipo puesto, donde el alumno básicamente intenta copiar al profesor. Una de las claves para aprender correctamente es comenzar tumbado sobre un banco o en el mismo suelo, donde podemos practicar los movimientos antes de probarlos bajo el agua.
- Desarrollo de las habilidades en flotabilidad neutra. Todas las habilidades deben ser capaces de llevarse a cabo en flotabilidad neutra, lo que requiere de más tiempo y mayor formación, tanto para el alumno como para el instructor. Recuerda que ninguna habilidad vale de nada si necesitas posarte sobre el fondo para llevarla a cabo, además de cualquier inconveniente generará un daño en el ecositema fácilmente evitable.
- Diferentes tipos de aleteo: aletear, lógicamente, es una parte esencial del buceo, siendo un apartado inexistente en casi todos los cursos de buceo recreativo. Existen varios tipos de aleteo, diseñados para evitar aletear sobre el fondo, además de permitirnos movernos de forma precisa en cualquier situación y reducir el esfuerzo radicalmente bajo el agua.
- El concepto del “trim” (posición aqua-dinámica) se considera la base para cualquier buceador; concepto omitido en la mayoría de cursos de iniciación. La posición que adaptamos en el agua resulta clave para mantener la flotabilidad neutra y poder evitar así el contacto involuntario con el fondo o cualquier especie.
- Diferentes tipos y configuraciones de equipo. Es importante entender la importancia que tiene el equipo en una disciplina como lo es el buceo, donde, literalmente nuestra vida depende de él. Un buen instructor debe conocer varias configuraciones diferentes y ser capaz de encontrar la mejor para el alumno, así como de explicarle las ventajas e inconvenientes de cada uno. Los -BCD- tipo chaleco no son más que una de las opciones más antiguas del mercado, a día de hoy, introducidos del buceo técnico, tenemos a nuestro alcance (y por el mismo dinero) los conocidos como equipos tipo ala, diseñados para la eficiencia y la seguridad, opción cada vez más popular entre buceadores recreativos, pues entre otras ventajas en términos de flotabilidad y resistencia del agua, nos permitirá llevar a cabo todas las adaptaciones y personalizaciones que creamos convenientes para convertir nuestro equipo en nuestro sistema ideal.
- Actitud responsable: una de las premisas del buceador técnico es la consciencia sobre sí mismo, sobre su equipo, sus compañeros, y sobre todo, su entorno. Piensa antes de actuar, planea tus movimientos y mantén siempre una relación de respeto con el medio acuático. Ser conocedor de la belleza y complejidad que albergan nuestros océanos ayudará a interiorizar comportamientos sostenibles bajo el agua.
- Cursos de perfeccionamiento: los cursos conocidos como “Fundamentos del buceo” (tanto recreativos como técnicos), enfocados al buceo eficiente, seguro y eco- sostenible, tradicionalmente introducidos por agencias líderes en términos de calidad formativa a nivel mundial, suponen, sin duda, la mejor opción a la hora de adquirir conocimientos y técnicas más allá de las que podemos aprender en los cursos de buceo tradicionales. Estos cursos, introducen al buceo recreativo la mayoría de técnicas aplicadas en el buceo técnico, y además de suponer un reto formativo para los alumnos, otorgará independencia y control a los buzos más novatos y una perspectiva nueva y llena de posibilidades a los buzos con más experiencia, pues la premisa principal es simple, hacerlo todo de la mejor manera posible, encontrar la mejor forma de estar bajo el agua, para nosotros, y sobre todo, para lo que nos rodea.